¡Que pronto estoy aprendiendo a ver la fidelidad de Dios! Aquí estoy, después de haber estado enfermo varias veces seguidas, de haber sufrido mucho y de haberme quedado flaquito, pero recuperándome poco a poco. Mis padres dan muchas gracias a Dios por mí, y por el ánimo y la alegría que demuestro a pesar de las dificultades. Ahora que me encuentro mejor, no paro de comer, a ver si recupero el peso perdido. Todos los pelotas de mi familia me dicen que estoy muy guapo y espabilado, y han venido a verme por navidad y mi cumpleaños, a traerme regalos, cariño y abrazos. Dicen que me echan de menos.
Ya voy a cumplir un añito... Y hasta aquí nos ayudó el Señor. Pasito a pasito, con tropiezos y caidas, cogido de las manos de mis papis, y bajo la mirada y cuidado del omnipotente, caminaré un año más. Gracias por el rincón que me reserváis en vuestros corazones.
30 diciembre 2006
Paz a los hombres de buena voluntad
Publicado por Rubén en 13:35
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